Fase 2 - Funciones y Usos de la Música

MÚSICA COMO ELEMENTO COMUNICATIVO
La música parece ser particularmente ineficaz, no parece capaz de representar -ni pensar en transmitir- información sobre el estado de las cosas en el mundo, y como medio de comunicación la música parecería ser redundante, siendo o un vestigio de la evolución o un producto de recreación surgido de la posesión de otras facultades más funcionales, como han sugerido algunos distinguidos teóricos de la evolución. Sin embargo, hay situaciones donde el uso del lenguaje puede ser de poca ayuda, precisamente debido a su capacidad referencial no ambigua. Y es precisamente en situaciones de ambigüedad referencial donde puede sugerirse que la música tiene una eficacia particular como medio de comunicación.
para Montes (2013) La música y el lenguaje comparten varios rasgos, particularmente con respecto a la estructura: ambos presentan secuencias temporales complejas que pueden exhibir recursión; ambos dependen de modelos de organización de algunas de las variables discretas y continuas en el sonido (y tal vez en el gesto) para sus efectos; ambos parecen tener un grado de generatividad reflejado en el hecho de que el número infinito de expresiones complejas que pueden formarse en ambos dominios parece ser representable como consecuencia de la aplicación de un ser finito de reglas propio de cada dominio; y ambos parecen compartir al menos algunos sustratos neurológicos. Pero el lenguaje puede significar en modos que la música no puede; el lenguaje puede comunicar, por medio de proposiciones sin ambigüedad, aspectos del estado de las cosas en el mundo, y puede combinar esas proposiciones para representar y transmitir información sobre asuntos más complejos.
De otra forma la música puede utilizarse como medio de comunicación intercultural, ya que el arte musical es una manifestación de ideas de una sociedad, es una expresión de las vivencias de ésta y acerca a la cultura de otros pueblos, precisándose el conocimiento de esos elementos culturales característicos para poder formar parte del proceso interpretativo y creativo musical, así mismo la música es un medio de comunicación humana (Donington, 1982). Se puede considerar que los sonidos expresados fortuitamente no contienen un mensaje a no ser que se proyecte en ellos algún significado, de este modo la música pone de manifiesto la dimensión comunicativa del sonido, se descubre en ella toda una semanticidad que implica una red discursiva y, por ello, precisa inscribirse en diversos trayectos interpretativos. Resulta posible considerar que la música crea actitudes positivas de cara al proceso de aprendizaje, ya sea intercultural o no, convirtiéndose en una actividad participativa, creativa y divertida. La semiótica ayuda a redefinir el proceso comunicativo de la música, se cuenta con un código (el lenguaje musical, propiamente dicho), un canal, un receptor, un mensaje y un emisor. El receptor es algo más que un simple consumidor, ya que está implicado con el emisor para que el texto musical no sea considerado como algo existente a priori, de una forma histórica independiente. De esta manera, el proceso de recepción en la comunicación musical es activo porque cada receptor interpreta y pone en marcha, a su vez, nuevos procesos comunicativos.
Por ultimo el proceso de creación musical ayuda mediante el recurso de la improvisación musical dará lugar a situaciones comunicativas que no quedarán limitadas a las palabras, con este recurso se favorecerá la comunicación de emociones, los acercamientos entre el alumnado basados en una primera toma de contacto con experiencias musicales quizá desconocidas para todos ellos. Es decir, el proceso de creación de la música puede contribuir a la apreciación de la diversidad cultural y al respeto de la libertad de expresión; de ahí, la importancia de la música como medio de comunicación entre culturas y, por extensión, la importancia de la educación por la música.

